La Cañada, las vías a pie y el paisaje de Tenerife

ÍNDICE

  1. La ciudad, la dehesa, La Cañada
  2. Las murallas naturales y el casco histórico de La Laguna
  3. La Cañada senderista, la “milla cero” y las calles-caminos
  4. Patrimonio
  5. La Cañada verde: directriz ambiental
  6. Caminos Estructurantes de Tenerife
  7. De la calle peatonal al sendero
  8. Los barrios-caminos
  9. Tenerife, destino romántico
  10. Tenerife, marca caminable

 

La ciudad, la dehesa, La Cañada

Sintiendo aún la huella de los guanches se acotó una gran dehesa comunal en cuyo centro se fundó la primera y principal ciudad de Tenerife. Dentro de la dehesa se prohibió el ganado menor al que se le permitió pastar por su borde, por una cañada.

Las murallas naturales y el casco histórico de La Laguna

El casco histórico de La Laguna no puede entenderse sin su marco geográfico: al estar rodeado de montañas, que fueron su defensa natural, no se levantaron murallas. Esas murallas naturales por donde se pasea La Cañada, acunan a la ciudad justamente declarada Patrimonio de la Humanidad.

La Cañada de La laguna - Vistas panorámicas desde las Mercedes - La vega lagunera.

La Cañada de La laguna – Vistas panorámicas desde las Mercedes – La vega lagunera.

La Cañada de La laguna - Toponimia

Toponimia de las montañas de La Cañada

La Cañada senderista, la “milla cero” y las calles-caminos

Los caminos nacen antes de la estructura urbana renacentista de 1500 de San Cristóbal de La Laguna. La habilitación de la rueda senderista de su comarca se articula en el aro de La Cañada con los caminos formando sus radios con centro en la milla cero del lomo de la Concepción. Este fue el lugar desde donde arrancaron los caminos reales de la isla, que luego conformaron sus calles, algunas también reales, del casco histórico hacia Santa Cruz, Anaga, Tegueste, Tacoronte y Taoro, la Esperanza y Candelaria.

Plano de La Laguna, realizado por el ingeniero italiano Leonardo Torriani en el año 1588.

«La milla cero» origen de todos lo caminos de Tenerife en el mapa de La Laguna realizado por el ingeniero italiano Leonardo Torriani en el año 1588.

Con el proyecto de recuperación de La Cañada queremos dar relevancia al papel de estas montañas-murallas y abrirlas prolongando el paso peatonal hacia su propia periferia como por ejemplo al camino Largo.

La Cañada de La laguna - La milla cero y las calles-caminos

La Cañada de La laguna – La milla cero y las calles-caminos

Patrimonio

Esta Cañada fetiche dispone de una valiosa identidad por los valores asociados a su entorno: paisajísticos, ecológicos y los elementos etnográficos (canteras, fuentes, eras, atalayas o algún resto arqueológico). Sus senderos posibilitarán la revitalización del sector agrícola y ganadero o la instalación de jardines y de áreas recreativas.

La Cañada de La laguna - La milla cero y las calles-caminos

Mapa de manchas de recursos de La Cañada de La laguna

La Cañada Verde: directriz ambiental

La Cañada será doblemente verde. Por un lado, su itinerario ofrecerá una desahogada cinta de más de 20km entre hierbas, matojos, arbustos y cultivos alrededor de Laguna. Por otro, con el añadido de la forestación de un cordón de árboles por las laderas situadas bajo el trazado de la Cañada terminará con el aislamiento del monteverde de la Reserva de la Biosfera de Anaga, al quedar este cordón unido al resto de la isla por los bosques de la Corona Forestal que rodea al Teide, Patrimonio de la Humanidad. Estas franjas verdes ayudarán a que La Laguna sea considerada ciudad verde europea en 2025, justo a los 500 años de una primera etapa de su construcción (o en 1531 cuando oficialmente obtiene el título de ciudad).

La Cañada de La laguna - Directriz ambiental - Monte Aguirre

En los límites de La Cañada se encuentran los montes de Aguirre (Foto), las Mercedes y Tegueste, en el inicio de la Reserva de la Biosfera de Anaga.

Caminos Estructurantes de Tenerife

Cuando con La Cañada consigamos la movilidad a pie del área Metropolitana, tendremos el revulsivo que faltaba para convertirse en el motor de los senderos de todo Tenerife. La Cañada pasará a ser el núcleo de la red a pie que enlaza las zonas urbanas, rurales y los Espacios Naturales.
Estos anillos –orilla del mar y el de los pueblos- y una traviesa con algunos otros (que hemos llamado “caminos estructurantes”) pueden extenderse de modelo a otras islas canarias e incluso a algunas de la Macaronesia.

Caminos estructurantes de Tenerife

Mapa de caminos estructuranes de Tenerife ( Leer más… )

De la calle peatonal al sendero

Nos cuesta imaginar cómo hasta hace poco los coches circulaban y aparcaban en la calle del Castillo de Santa Cruz o la de La Carrera de La Laguna. Estamos asistiendo a un revolucionario concepto del transporte en las ciudades, tanto que dentro de unos años no podremos comprender la situación actual de vías solo para coches y además saturadas con los estacionados.

Plaza de La Candelaria, Calle Castillo a la izquierda. Santa Cruz de Tenerife. Año 1860/63

Estamos viviendo un proceso de vuelta a la ciudad peatonal previa a la llegada de los coches de motor ( Plaza de la Candelaria y calle del Castillo de Santa Cruz, a finales del XIX)

Se hacen enormes inversiones en la construcción de carreteras y son elevados los gastos anuales de mantenimiento. Por otro lado, aquí y allá, dotamos a una calle de aceras o la convertimos en peatonal, proyectamos una rambla y un parque con árboles, trazamos un paseo costero y habilitamos un camino. Y siendo todas estas acciones necesarias, no responden a una política integral que desarrolle y mejore los dos circuitos existentes: el del motor muy bien asegurado y el de la pisada, muy descabalado. Se echa de menos una puesta en común de la movilidad con apoyo a la parte más débil: una decidida política integral para disponer de una malla a pie que ponga en uso lo que ahora son cabos sueltos de peatonales, caminos y senderos.

La Cañada de La laguna - Barrios y núcleos con el topónimo camino

Algunos barrios y núcleos urbanos en La Laguna con el topónimo camino

Los barrios-caminos

Los caminos han sido el recurso para los asentamientos de viviendas a lo largo de la historia. La Laguna sobresale en toda Canarias e incluso en toda España por el número de los nombres de barrios que llevan el topónimo “camino”. Se iniciaron a partir de algunas casas en sus bordes, que fueron densificándose y luego más tarde se ramificaron. Barrios cuya principal seña de identidad es que surgieron en un lugar de paso. Por ello al defender el camino apoyamos también su génesis. Esta evolución de las casas a lo largo de los caminos tradicionales, con espacios vacíos, se repite también por todo Tenerife que luego, perdida su funcionalidad, fueron sustituidos por las carreteras que han dado prioridad al coche en detrimento de la personas. Además, estas trabas en las carreteras se han convertido en prohibiciones en las autovías y las rotondas, ambas auténticas enemigas del peatón.

La Cañada de La laguna - Panorámica de la Vega lagunera

La vega lagunera. A la izquierda, San Roque con la Dorsal y el Teide al fondo. Enfrente, la cordillera de montañas, desde Mesa Mota al Púlpito, que la separan del municipio de Tegueste

Necesitamos ideas para implicar a esos barrios diseminados de difícil cohesión y sostenibilidad que deberían recobrarse como aquellos lugares de encuentro que les arrebataron los parques temáticos y las grandes superficies.
Se deben destacar algunas acciones en esta línea de acercamiento a su eje matriz: las jornadas de recuperación del Camino Viejo de Candelaria, del camino de la Lecheras, del Hermano Pedro, el Paso de la Cumbre, los trabajos realizados por alumnos de Turismo y Geografía y las acciones de dinamización local de algunos barrios, ayuntamientos y del Cabildo.

La Cañada de La laguna - El Rodeo

El Rodeo recibe su nombre de la obligada vuelta del ganado por La Cañada

Tenerife, destino romántico

Hasta mediados del siglo XVIII, el hecho que el Teide fuese un referente en la navegación atlántica y que se le considerara la montaña más alta del mundo, hizo de Tenerife un destino científico para subir al mítico Pico. Los escritos de Humboldt dieron un nuevo impulso: sus observaciones significaron la base de la geografía moderna y saludaron un espíritu romántico, que ensalza a las montañas por sí mismas, y que encuentra su objetivo ideal en la aventura del ascenso. Y se extendía también a las bellezas del norte de la isla, y en particular del valle de La Orotava, una parte de ese espectacular escenario de las faldas del Teide.
Y a finales del XIX empiezan a llegar los viajeros con un toque de distinción hasta el reciente fenómeno del senderismo que ha venido a chocar con nuestro gris urbanismo y la proliferación de carreteras ha arrinconado el paisaje a la ventanilla del coche. Pero aún así, y a pesar de la pobre infraestructura de las vías a pie, más de medio millón de turistas vienen a caminar. Nos sentimos en la obligación de recuperar una parte de esa atracción y no solo porque nuestra frágil economía vive del turismo sino porque serán nuestros aliados pues valoran mucho el entorno.

Viage a las regiones equinocciales del Nuevo Continente, hecho en 1799 hasta 1804 por Alexander von Humboldt y A. Bonpland

Pisos altitudinales (Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente, hecho en 1799 hasta 1804  por Alexander von Humboldt y Aimé Bonpland)

Tenerife, marca caminable

Desde casa, a pie, sin coger el coche, llevarás al niño al cole y por tu calle saludarás a tus vecinos. Desde cualquier lugar de la isla, te acercarás a otro barrio, al campo o al monte más cercano. O si estás en forma y dispones de tiempo tendrás la posibilidad de dar la vuelta completa a la isla por la orilla del mar o por el anillo de los caminos reales de las medianías o cruzar los montes por la cumbre y el Teide. Todos los pueblos se integrarán por las vías a pie en un atrayente territorio, de menos humos, de más identidad propia pero cosmopolita a la vez, más social y más saludable, que en su día llegará también a ser destino para el turista que ahora nunca los utiliza y que servirá también para romper esa barrera residente-visitante.
Tratamos de llenar la carencia de un movimiento insular por la movilidad a pie. De divulgar lo que significará la transformación de ese espacio público de La Cañada en casi un enorme parque periurbano, que junto a otras acciones, hará posible que Tenerife sea una marca caminable en un armónico paisaje.