¿Qué camino seguimos?

Cañada Lagunera

Nuestra Asociación de La Cañada ha permanecido en una pausa que nos ha obligado a reflexionar y fortalecer nuestro rumbo. Nuestros propósitos no se consiguen a corto plazo. No disponemos de una estructura administrativa ni de manejo de las redes sociales. Y aún así, en estos pocos años, hemos añadido una gota de concienciación a los tinerfeños al menos en cuanto a la movilidad a pie.

Desde nuestra creación, nos personamos en el PGO de La Laguna y hemos continuado con nuestros mensajes para que en el planeamiento se incorpore una capa de caminos. Ahora, ya se dispone de un trabajo documental y cartográfico del recorrido del circuito de más de 30 km de La Cañada, paso previo a su incorporación como una vía senderista. El Cabildo ha hecho suyos los “estructurantes” de Tenerife; hemos intervenido en muchas rutas guiadas, en charlas y en publicaciones diversas. Vamos a continuar hasta lograr la afirmación de la propiedad pública de los caminos tradicionales de todo Tenerife.

Hasta hemos acuñado nuevas voces en el léxico tinerfeño. ¿Quién hace unos años había oído hablar de la Milla Cero (el epicentro de los caminos históricos de Tenerife), Lagunia (el olvidado entorno del casco de La Laguna), Caminos estructurantes (los senderos vertebradores insulares), Vereda la Marina (la circunvalación de la isla más próxima a la orilla del mar), Vereda Guanche (la de entre las viñas de Acentejo, la última posibilidad senderista desde La Laguna al valle de La Orotava), incluso La Cañada (ya sin necesidad de apellido, clave de la propuesta senderista de toda la isla y potenciador del corredor ecológico Anaga-resto isla) o el reciente proyecto Atalarife (la vuelta a Tenerife por las cimas de las atalayas)?.

Sentimos el apoyo implícito de todos ustedes. Actuamos con la responsabilidad de hacer oír sus voces en la marcha común de un Tenerife vivido a pie desde las propias casas. Del peatón recuperando espacios públicos. Del paseante por las calles verdes que decida encontrar interés en el campo, el mar o la montaña. Gracias a cada uno de los asociados y de los amigos de La Cañada, aunque sea solo por el mero hecho de querer ser juntos andariegos de largo recorrido sin más meta que el mismo camino que seguimos.

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